Para que vivir con las cosas claras, si la gran parte de la vida la pasamos sin tener nada claro. Un espacio sin determinar, una zona donde se meditan nuestras futuras decisiones. Dando pasos hacia delante pero sin dejar de mirar hacia atrás. Un día lo ves todo claro y al siguiente no, la indecisión, el miedo a fracasar en cada opción que tomemos. Pero se nos olvida que aunque no haya borrador, siempre se puede volver a empezar.
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