Algunas cicatrices duelen más que otras, pero nos sirven para recordar en qué erramos. Cuando las miremos recordaremos aquellos pasos que nunca debimos dar, pero que hemos de los que nos hemos arrepentido y pagado nuestra correspondiente penitencia. Tanto las cicatrices propias, como las ajenas se acumulan en nuestro cuerpo pero no deben ser freno, deben ser impulso para continuar y seguir formando el conglomerado o collage que cada uno conformamos.
Me siento realmente afortunada de que el resultado de piezas que SOY sea aceptado y querido.
Firmado: Miss Potato
No hay comentarios:
Publicar un comentario