6 abr 2012

Con sólo alzar los ojos

Las pequeñas cosas de la vida, los momentos que quizás a priori no sean especialmente decisivos, pueden cambiar el rumbo de nuestra vida. Preguntas tan manidas como quiénes somos y a dónde vamos, cada día se complican más. Pero siempre hay alguien que te recuerda, quizás sin querer lo que quieres, las prioridades de tu vida y el camino que quieres elegir o simplemente el que ya has elegido.

Saber que hay manos siempre dispuestas a ayudar, confidentes que guardaran tus secretos más íntimos, consejeros que con mayor o menor acierto asesoran.


Tantos pequeños placeres nos ofrece la vida que a veces miramos demasiado alto. Pies descalzos que se hunden en la arena, olor a sal, brisa, mar agitado, flor,paseo largo, cielo rosado y charla reconfortante. ¿Qué más puedo pedir? olvido con demasiada frecuencia las cosas REALMENTE importantes.

Cielo rosa-al salir a mí de mí, caído y alto-,
bajo el azul divino,
sobre el verdor mojado!

...¿Qué importan, cielo puro, las tristezas
 de todo el día, los trabajos ácidos?
Con sólo alzar los ojos,
el corazón se encuentra en su palacio;
con sólo alzar los ojos
-!tan fácil, sólo alzarlos,
y me quejo!-, con sólo alzar los ojos,
cuanto el hombre desea, y tiene Dios,
está en mi mano.

Juan Ramón Jiménez


El trayecto es largo y los compañeros de viaje cambian constantemente. Uno debe luchar por lo que quiere y aunque sea egoísta quedarse con lo positivo de cada persona. Acaso ¿no sería más egoísta olvidar por completo a personas que en algún momento han sido importantes o tienen algo que no nos agrada?. No somos compatibles con todo el mundo, es bueno ser exigente, pero cada persona que entra en nuestra vida cumple un papel diferente. Evolucionamos y cambiamos en esta montaña rusa que es la vida. A veces te comes el mundo y otras, simplemente piensas cómo comértelo.




Pero nunca, nunca andas solo.

1 comentario:

  1. "Huelva, es la única ciudad del mundo, en que atardece de rosa." J.R. Jiménez.
    :D

    ResponderEliminar