aquellas miradas cómplices
aquellas sonrisas de niño..
La fascinación que sentía ante lo nuevo, ante lo desconocido.
La fuerza que despertabas en mí, la energía para poder llegar donde quisiera llegar.
La confianza y el apoyo incondicional, el sabio consejo racional que me faltaba.
Los gestos simples, sentarte cerca de mí, devolverme una sonrisa, intentar compensar mi tristeza con palabras reconfortantes, sentir que todo saldría bien. Poner aquellas canciones que algún día se me antojaron favoritas o inspiradoras. Incluso la seguridad de que por muchas discusiones o diferencias que hubiese, siempre estarías.
Apesar de que todo acabase como no debiera, siento alegría por haber podido compartir aquellos momentos. Por mucha gente que entre en mi vida o en la tuya, sólo nosotros sabemos la complicidad que compartimos, y eso, sólo pertenece a los protagonistas de la historia.
Nadie puede robarte lo que sentiste,
nadie puede comprender los motivos por los que considerastes especial y única a aquella persona
nadie puede entender como se forjó esta historia
nadie comprenderá lo fundamentales que fuimos el uno para el otro
Incluso pocos comprenderán las promesas que hicimos y no cumplimos.
O aquella conexión que de forma extraña, quizás telepática o inconsciente se forjó entre ambos. Y todo aquello lo viviste conmigo.
Aunque apostases por una vida en la que yo no estuviese y los caminos se separasen.
Sin vivir del pasado, no está mal recordar que parte de la persona que eres y serás, tiene implícita una pequeña parte de mí. No importan los años, los meses o los días, hay personas e historias que marcan. Personas a las que nunca nos cansaremos de dar oportunidades, historias que se escriben con el tiempo.
Deja de fantasear. Por tus entradas parece que vives enamorada de humo...
ResponderEliminarQué atrevida es la ignorancia... Aunque en este caso dudo que sea atrevimiento lo que te lleve a escribir tal crítica sin base que la argumente. Sólo me conduce a pensar en tu patente incapacidad para apreciar lo que detrás de esas palabras hay.
EliminarSe puede estar de acuerdo o no, y así manifestarlo, pues para eso está el derecho a la libre expresión. Pero que menos que fundamentarse en algo para hacer una crítica. Por ello, te haré yo la mía.
Creo que eres una persona ignorante, carente de sensibilidad para apreciar lo que un puñado de palabras juntas, en función de como se ordenen o estructuren pueden expresar. Si me remito al texto, sólo necesito una frase para tumbar tu crítica: "(...)nadie puede comprender los motivos por los que considerastes especial y única a aquella persona".
Nadie que no haya vivido en sus propias carnes una situación, sea cual fuera ésta, podrá jamás entender dicha situación. Absolutamente NADIE. Podrás imaginártela, pero jamás sentirla con la misma intensidad que los protagonistas de esa escena. Y aunque imaginaras, según parece por lo que comentas, sería fantasear...
Una vez dicho ésto, podrías hacer un esfuerzo ya que veo que te cuesta, y apreciar lo que la escritora pretende transmitir. Que no es más que intentar plasmar con palabras lo que siente, aquello que pasa por su cabeza en cada momento. No se trata de recordar, de fantasear o de vivir del pasado, se trata de valorar cada segundo de tu vida, cada momento que has pasado y que todos los buenos recuerdos o experiencias que se han vivido, no caigan nunca jamás en el olvido.
Eres libre de leer lo que publica, como cualquier otra persona, pero veo demasiado estúpido e infantil criticar tan alegremente, además de considerarlo nocivo, ya que personalmente, creo que nunca debería ser criticado lo que una persona siente. Los sentimientos son la máxima expresión de nuestra intimidad, y como tal, deben ser respetados. Si no lo compartes eres libre de dejar de leer, nadie te obliga.
En fín, como dijo alguien a quien admiro, en esta vida sólo hay dos cosas infinitas, el universo, y la estupidez humana. Espero que seas quien seas, madures un poco y aprendas a ver mas allá de tus narices.
Fdo, el humo.