Canciones que me encantan, no poder parar de cantar ni bailar. Escuchar melodías que hacía años que no escuchaba. La alegría de encontrar algo que te gusta por azar.
Canciones o letras que me recuerdan a determinados momentos de mi vida. Sea como sea la música es vital, pocos bálsamos curan más, pocas palabras son más adecuadas, y poca compañía es mejor. Canciones que emocionan, ponen la carne de gallina y de paso sacan una sonrisa de oreja a oreja.
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