"Ahora tengo la sensación de que me pertenece mi vida"
Somos tan torpes que hasta que no sucede algo malo e inevitable no somos capaces de replantearnos que hacemos verdaderamente con nuestra vida. Ser capaces de ilusionarnos con las pequeñas cosas, tomar conciencia de lo importante que es tener dominio sobre nuestras vidas. No dejar que los días pasen sin más, atarnos a cosas o personas que no nos aportan nada especial, y seguir un camino establecido por la rutina.
Como afirma el protagonista real de esta historia, cuando le sucedió el accidente comprendió la importancia del SILENCIO. Lo mismo que el caballero de la armadura oxidada, vivimos intentando no estar solos, no estar con nosotros y entonces nos damos cuenta de la importancia de esos momentos de reflexión y soledad y de lo inútil del ruido que normalmente nos rodea.
No es complicado, resulta ser todo más sencillo de lo que lo hacemos. Tomarse la vida con humor, ser capaces de apreciar cada gesto, cada movimiento o cada persona que se cruza en el camino. Por malo que sea el momento vital en el que nos encontremos, por muy mal que estén las personas a las que más queremos, uno debe SIEMPRE saber ver más allá. Algunos somos unos privilegiados que podemos disfrutar todos los días de grandes obras de arte, de paisajes, retratos o bodegones, pero en definitiva, sólo se trata de saber mirar la representación de las emociones o de las historias que grandes personalidades lograron plasmar mediante una paleta intensa de colores o un trazo desdibujado.
Pero cosas más sencillas como una simple sonrisa, una frase amable o graciosa y ser conscientes en ese mismo instante de la importancia de ese momento y de la felicidad que te aportan. Quizás seamos demasiado ambiciosos, pensemos sólo en grandes oportunidades, grandes sueldos o aventuras. Pero por querer demasiado nos dejemos miles de cosas por el camino. Está claro que la sociedad vive inmersa en una crisis moral sin precedentes. Lo que importa es el aquí y el ahora, que la única manera de ser feliz es ocuparse de uno mismo, pero e aquí el error. "La verdadera felicidad está al lado de los demás". Quizás sean tus amigos, tus familiares o personas anónimas a las que intentes ayudar ya sea con una mirada o dedicándoles tu tiempo. Cuanto egoismo, y cuanta pérdida de tiempo, simplemente se trata de descubrir lo que de VERDAD importa, saber ver a aquellas personas de tu alrededor que son capaces de sacrificar 5 minutos de sus vidas por sacarte una sonrisa.
Simplemente es sencillo. Optimismo, entrega, solidaridad y comprensión, no hay más.





No hay comentarios:
Publicar un comentario